Una vecina se acercó esta mañana al recinto y, en medio de la sesión, interrumpió para pedir ayuda ya que nadie colaboró con ella. Entre gritos, por el estado de shock en el que se encontraba, contó su situación. Entre gritos, finalmente, se retiró del lugar al ser atendida por el concejal Andrés Salvaggio, quien pidió permiso y salió junto a la mujer para poder atender el reclamo.
En la sesión del Concejo Deliberante de San Miguel, que se llevó a cabo esta mañana, una vecina se acercó al recinto para reclamar ayuda luego de haber sufrido un incendio en su vivienda de la calle Constitución al 3200, emtre Letonia y Callao, el cual ocurrió el viernes por la noche.
La señora ingresó al recinto y se acercó directamente al Concejal Andrés Salvaggio, que es el que más cerca se ubica de una de las puertas de entrada. Allí comenzó a hablarle mientras hablaba el Concejal Cristian Mayal. La voz de la mujer iba subiendo cada vez más de tono, dado el estado emocional en el que se encontraba desde el siniestro. Por ese motivo y dado que la mujer quería que la escuchen, el Edil decidió interrumpir la sesión y pedir permiso para atenderla fuera del lugar.
Así fue que, una vez que se otorgó el permiso, la mujer tuvo un intercambio de palabras con el Concejal Guillermo Kippes, quien presidió la sesión de hoy, en reemplazo de Guillermo Sanchez. El Presidente interino, le pedía silencio a la señora dado que estaban sesionando, y fue en ese momento que la mujer decidió contar lo sucedido.
«Mi casa se quemó, íntegra, y no apareció nadie», exclamó en un primer momento la vecina. «Estoy como una tarada con ropa donada, soy viuda de un médico», siguió. «Yo estoy shockeada como mi hija María. Tres meses no le han pagado…», continuó. Kippes la interrumpió dirigiéndose a Salvaggio: «Por favor, Andrés, así podemos seguir…». «Sí, ‘por favor saquen a la loca’ porque su casa no se quemó», ironizó la señora enfrentándose al Presidente interino, quien le contestó: «Nadie dijo eso, gracias». La vecina antes de salir del recinto, se dio vuelta y respondió: «¡De nada!».
Finalmente, el Concejal Salvaggio la escuchó, tomó sus datos y se comprometió personalmente a ayudarla.
Diario Efecto 