El pasado jueves, el Senado de la Nación dio media sanción y convirtió en Ley el proyecto inclusivo de Cupo Laboral Travesti Trans. Referentes y militantes escriben para diarioefecto.com, las sensaciones que les genera tener un país con más oportunidades para el colectivo.

Luana Marian Lopez Reta, referente de la militancia del cupo y la ampliación de derechos, Gabriela Morelatto Lopez de SOEME y Noelia de Disidencias en Lucha, consultadas por este medio y con la emoción a flor de piel, describen cómo se sienten a partir de la sanción de la Ley de Cupo Laboral Travesti y Trams, el cual destina el 1% de las vacantes de la administración pública.

Gabriela Morelatto López, es auxiliar en una escuela de José C. Paz y es parte de SOEME. Ella tuvo la oportunidad de conseguir un trabajo digno y desea lo mismo para las demás personas a las que incluye esta ley: «Para todo el colectivo es un paso muy importante y hoy sentimos que ya no somos invisibles para la sociedad y el sistema», comenta en un principio. Y agrega: «Esperamos seguir ganando derechos que por años no nos fueron permitidos, pero en reunidas palabras, feliz por otro logro más para nosotras».

Noelia, de Disidencias en Lucha escribe: «Es otro paso más, y queda mucho camino por andar. Fue un día histórico, cargado de emoción y de tristeza. Emoción por la lucha que se sigue y seguirá poniendo en alto la bandera Travesti Trans, reivindicando el trabajo realizado por las compañeras que ya no están LOANA BERKINS y DIANA SACAYAN. Hoy es un día de emociones encontradas, la lucha territorial desde DISIDENCIAS EN LUCHA continuará hasta la implementación y cumplimiento. Comenzó la lucha más dura, sabemos que la implementación de la LEY en los municipios, no es de interés de muchos dirigentes, allá iremos hasta ser escuchadas».

Para terminar, Luana Marian Lopez Reta, llena de emoción dice: «Es un salto muy importante porque, a partir de ahora, las travas dejamos de ser vistas por la sociedad como un mero objeto de consumo. Vamos a dejar de ser las que estamos en una esquina vendiendo nuestro cuerpo o vendiendo drogas o ambas y pasamos a ser las de ‘sistemas’, las de ‘recursos humanos’, las del ‘escritorio de al lado’. Vamos a pasar a ser personas».
